Una gran parte de
la afición cubana al futbol es “messiana” o “cristianista”. La pasión hace que
se enfrenten una y otra vez por ver cuál de ellos es realmente el mejor jugador
del mundo.
La gala de entrega
del premio Balón de Oro es un evento muy seguido. Año tras año los índices de
audiencia suben en espera de ver quién será quien lo gane. En las últimas
cuatro ediciones Lionel Messi se ha llevado el premio y los seguidores de
Cristiano Ronaldo ven con recelos y tratan de argumentar razones para
desestimar la decisión de la revista France Futbol y la FIFA.
La última edición
no fue la excepción. Eso sí, como el argentino estuvo lesionado al final de la
campaña y CR7 estuvo fenomenal en las canchas, las cosas apuntaban bien para el
portugués, a pesar de no haber ganado ningún evento competitivo.
El “Har Trick”
contra Suecia inclinó la balanza a su favor sobre el argentino que sabía que no
había mucho que buscar.
Finalmente y luego
de casi hora y tanto de gala y premiaciones, llegó el momento esperado. Pelé
subió al estrado, abrió el sobre, y “el
Balón de Oro es para… Cristiano Ronaldo”.
Se emocionó el
lusitano. Besó a su novia, subió con su pequeño y casi no pudo hablar de la
emoción. Recibió el 27,99% de los votos;
Messi el 24,72 y el tercer lugar fue para el francés Franck Ribéry el 23,36%.
Aunque lo que
pienso me va a traer broncas (ya lo ha hecho) con los y las “cristianistas”, lo
haré de todas formas.
En mi modesta
opinión CR7 es un jugador excepcional que desde 2010 elevó un montón su nivel
de juego, aprendió a ser un elemento en un equipo, un elemento importante. 69
goles en el año que recién terminó dicen cuán definitivo es tenerlo lo mismo
para el club que para la selección nacional. Sin embargo, no considero que sea
el merecedor del premio.
El Balón de Oro es
un premio individual para un deporte colectivo. Si no quedamos con esa idea,
entonces Franck Ribéry es el verdadero merecedor del premio.
Dos tercios de los franceses no gustan de la imagen de Ribéry |
El francés ganó
con su equipo todo lo que jugó, Champions, Bundesliga y Copa, además de Supercopa
de Europa y Mundial de Clubes. Destacó en un equipo que jugó a la perfección y
fue pieza clave en la clasificación gala a la copa del mundo ante Ucrania. Pero…
¿qué sucede? Scarface no es mediático,
no es agradable; es un volante mixto, o sea, defiende y ataca, hace el trabajo
sucio y ayuda a otros a llenarse de gloria y repito, en un equipo que funciona
a la perfección, el Bayern Múnich.
Hay más. Hace unos
meses el presidente de la FIFA Joseph Blatter hizo unas declaraciones en una
reunión privada (según él), donde hablaba de su identificación con Messi y se
burlaba de CR7, lo llamó “un coronel dentro del terreno”. La prensa lusa
arremetió y comenzó a decir que si no ganaba Ronaldo, ya sabían por qué era y
por qué sí lo ganaba el argentino. Blatter se disculpó públicamente. Lo curioso
es que el “presi” es Socio de Honor del Real Madrid donde milita el portugués.
Entonces… ¿hay
manipulación? ¿Hay intención de desviar la atención sobre el jugador o fue un
comentario inofensivo que se filtró a la prensa? Como quiera ganaba Cristiano
Ronaldo, si no lo premiaban, la prensa atacaría el premio por las declaraciones
de Blatter, si se lo daban, influencia del presidente de la FIFA.
Aunque no me
molesta y tiene méritos, sí considero que este año le correspondía a Ribéry, también
votado como “Mejor Jugador de Europa”, pero así son las cosas. En 2010 fue
Messi cuando todos pensábamos que estaría entre Andrés Iniesta o Xavi Hernández.
¿Y el pobre
francés? De nuevo a la carga con Bayern.
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