jueves, 22 de mayo de 2014

¡Menos mal!



Por: Lolita
-Oye, detente…; él caminó despacio hasta que detuvo el paso, se viró lentamente, vio una rara mujer vestida de negro, muy fea, que llevaba sobre su hombro algo parecido a un madero. -¿Qué quieres?  -Vine a llevarte… -¿A llevarme?, ¿A qué lugar? -¿Es qué acaso no me conoces? -Yo no acostumbro a mirar a las mujeres tan feas. - ¡Ah, qué bueno!, soy la muerte y es tu turno de partir.

La fea mujer quedó sorprendida cuando él contestó con una carcajada, dijo -¿Llevarme a mi?, estúpida mujer solo me iré cuando quiera.
-Eres el mortal más imbécil que he conocido y como dije te vas conmigo ahora mismo.
-Ja, ja, ja, soy inmortal, hijo de un Dios tan poderoso que podría decidir cuando quiera tu desaparición definitiva.
Ahora fue ella la que trató de reírse y enseñó su boca desdentada…, -No hay ningún Dios más poderoso que yo…
El muchacho lleno de rabia la miró de frente y no encontró sus ojos…, -Ni ojos tienes-dijo- para identificar a los que vas a llevarte y no iré contigo a lugar alguno.
-Cómo te resistes a ir conmigo, llamaré por el celular al Consejo de los Dioses... ¡Oh, qué gran dolor!, el Consejo de los Dioses emitió una moratoria (por el burocratismo aun no me había llegado) para todo el que se niegue a ir, sean o no hijos de Dioses. ¡Qué barbaridad!, 6 000 millones en mi lista, trabajaré solo a una pequeña parte del tiempo…
-Julio, Julito, despierta que se te hace tarde.

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