Por:
Mario Herrera
Me ha puesto a pensar el trabajo que recién
publicamos bajo el título “El extraño caso de la contratación de un futbolista
cubano” firmado por Fidel Alejandro, periodista de Radio Cadena Agramante. Ese
mismo, el que va sobre la contratación del jugador camagüeyano Kayler García
(el Chino) por un club de tercera suizo.
Al reproducirlo en este espacio se puso en
contacto conmigo Pedro López (Francis), ex arquero de la selección nacional de
futsal y me hace su historia. Resulta que estaba casado con una española, quiso
visitar la tierra natal de su mujer y el Presidente de la Asociación de Fútbol de
Cuba, Luís Hernández, le dijo que tenía que pedir la baja del equipo y
desligarse de esta actividad en nuestro territorio, como si fuera un desertor
en plena guerra. Me cuenta Francis que para darle una carta de liberación fue
tremendamente maltratado por un asesor jurídico del INDER. En fin, que Francis
tenía la intensión de ir a España, regresar y al final, molesto, no lo hizo.
Después intentó jugar allá y el brazo de la AFC le puso un Stop en suelo ibérico, así que decidió
ir a dónde no tendría problemas.
Eso sucedió en otro tiempo, no muy pasado pero
sí algo atrás, en teoría.
Resulta que Keyler se consigue esta
posibilidad después de una gestión personal y cuando pide permiso lo tratan
como a “desertor en plena guerra”, le dicen que tiene que pedir la baja de la
selección nacional a la cual no pertenece desde 2009 según tengo entendido por
cuestiones que no vienen al caso, pero sobre todas las cosas, recibe el mismo
tratamiento que se daba antes.
Digo antes porque ya se sabe que Cuba autorizó
la contratación de atletas cubanos por entidades extranjeras. Entonces es
cuando viene la contradicción: ¿cómo es posible que el muchacho tenga que
sentirse incómodo y sea maltratado por la Asociación cubana de la disciplina cuando no hace
nada ilegal y responde a una estrategia estatal? ¿Cómo es posible que el Estado
ordene mediante normas jurídicas vigentes una cosa y los federativos actúen
acorde a las ya derogadas? ¿Cómo es posible que la AFC no aproveche una
oportunidad que les cayó del cielo y para la que no tuvieron que mover ni un
dedito? ¿A qué obligan estas actitudes? ¿Cuál es el mensaje para el resto?
En Derecho hay un principio que dice que una
norma nueva debe ser mejor que la vieja y se aplica desde el momento de su
publicación para adelante; algunos opinan que arrastra consigo solo los casos
nuevos; otros que rectifica todos los casos anteriores a ella y la que se
utiliza en Cuba dice que se aplica a todos los casos nuevos y a los viejos
siempre y cuando sea beneficioso para ellos.
O sea, es lícito completamente la salida del
Chino y lo hace convocable para la
Selección así que no tiene que renunciar a ella cual traidor
a Cuba.
Pero se puede extender. Recuerdo que antes del
92´ la tenencia de divisas en nuestro país era penada por la ley y cuando salió
la posibilidad legal de su tenencia, todo aquel que cumplía sanción de
privación de libertad fue liberado porque desaparecía la razón de la misma.
Entonces pienso en Joel Apezteguía que salió legal del país, que no abandonó
ninguna concentración o delegación cubana a evento internacional, que no tiene
prohibición ni ocho años de castigo para entrar de nuevo a casa (con las nuevas
reformas migratorias), que además viene a Cuba a cada rato y quiere jugar con la Sele, pero no lo dejan cuando
es el único cubano que juega en una primera división europea.
Otra contradicción. Otra más.
El Estado puede cambiar de opinión,
evolucionar como pretende el nuestro; puede intentarlo, pero se hace imposible
a menos que cambies la mentalidad de los que toman decisiones, y si no cambian,
debes cambiarlo a ellos. Malo cuando dices una cosa y haces otra. Peor aun
cuando no puedes cambiarlos.
PD:
Kayler entrena hoy día como nunca antes.
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