Foto: István Ojeda Bello |
(Tomado de Esquina Caliente)
Por: Dubler Vázquez
Ni su condición de debutante
en finales, ni la amenaza constante de Karel Mariño, líder goleador del
torneo; ni siquiera la ausencia notable del cierre Carlos Labrada, el
alma del equipo dentro de la cancha. Ningún imponderable pudo
interponerse entre el elenco de Granma y su primer título del futsal
cubano, una meta que los jugadores más combativos del certamen
organizado por Las Tunas trazaron con fuego en su itinerario desde el
primer día y a la que llegaron inobjetablemente este jueves con su
triunfo de 5-4 ante Holguín.
Fue una final inédita, que aseguraba el
primer campeón oriental de la historia, después del largo reinado de
escuadras occidentales, encabezadas por los ocho veces monarcas de La
Habana. Y el partido no decepcionó a nadie: goles espectaculares como el
de Édgar Castillo para definir; las dos dianas del holguinero Karel
Mariño para llegar a nueve y marcar más que todos; el coraje de los
granmenses para sobreponerse a los minutos de mayor presión rival y
enloquecer a una afición que se trasladó desde la vecina provincia hasta
la polideportiva Leonardo McKenzie Grant.
Los granmenses se adelantaron temprano
por intermedio de Luis Orlando Jerez, pero casi de inmediato Karel
Mariño puso el empate y sobre el minuto 15 Javier Chapman adelantó a
Holguín. Sin embargo, Édgar Castillo puso el empate hacia el final de la
primera parte y el encuentro se fue 2-2 al descanso. Iniciada la
segunda mitad, Jorge Zaldívar soltó un latigazo que puso encima a los
holguineros, pero Alejandro Marrero igualó a tres y, tras el segundo
tanto de Karel Mariño (3-4), el granmense Samir Ramírez volvió a igualar
las acciones.
Todo quedó listo para la definición del
título en una jugada, después de que el conjunto holguinero
desaprovechara un tiro penal desde los 10 metros que el guineano Quebá
Embaló envió por encima del larguero. La acción se inició en una
transición ofensiva, con la rapidez que suele imponer el futsal, y
terminó con un disparo seco de pierna zurda que Édgar Castillo clavó en
la escuadra para poner el definitivo 5-4 en la pizarra.
Granma es el justo campeón nacional,
después de golear a Villa Clara y a Camagüey, remontar un 0-3 hasta
eliminar a los extitulares capitalinos y rematar con una victoria
merecida frente a los representantes del norte oriental cubano. La
tercera posición quedó reservada para el multicampeón La Habana, tras
derrotar a Cienfuegos 5-0 en la disputa por subir al podio.
El internacional granmense Alejandro
Marrero, autor de un gol en la final y de siete en todo el torneo, fue
seleccionado el Jugador Más Valioso de una lid que a Las Tunas le deja
varias enseñanzas y un importante impulso para desarrollar este
atractivo deporte. A pesar de no ganar partidos, los muchachos de
Walfrido Quesada mostraron potencialidades para comenzar a trabajar en
serio, una labor que ya cuenta con la voluntad de las autoridades
locales y que debe recibir un fuerte espaldarazo con la apertura de una
Academia Provincial.
La vieja idea de convertir al Balcón de
Oriente en la capital del fútbol sala cubano puede parecer ahora un poco
lejana, aunque su esencia, la de ver rodar el balón en cada espacio de
la geografía tunera, está más vigente que nunca.
Partidos del jueves:
Tercer lugar: La Habana-Cienfuegos (5-0).
1-0: Reinier Socarrás; 2-0: Reinier Fiallo; 3-0 Jhonnett Martínez; 4-0:
Jhonnett Martínez (Penal); 5-0: Marvin Lezcano.
Primer lugar: Granma-Holguín (5-4): 1-0:
Luis O. Jerez; 1-1: Karel Mariño; 1-2: Javier Chapman; 2-2: Édgar
Castillo; 2-3: Jorge Zaldívar; 3-3: Alejandro Marrero; 3-4: Karel
Mariño; 4-4: Samir Ramírez; 5-4: Édgar Castillo.
Líder goleador: Karel Mariño (Holguín), 9.
Primeros goleadores: 1.-
Karel Mariño (Holguín, 9) 2.- Alejandro Marrero (Granma, 7) 3.- Yadiel
Acosta (Pinar del Río, 6) 4.- Édgar Castillo (Granma) y Raudel Rodríguez
(Pinar del Río), ambos con 5.
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