Wilfredo León y Yohandry Díaz
han vuelto a ser noticia. Se han ido de la Isla para aterrizar en un
paraje tan lejos como Rzeszów, al sureste de Polonia. Después del
absoluto silencio tras aquella sentencia que los separó de la chamarreta
tricolor de la selección nacional, han decidido dejar atrás todo para
enrumbar sus carreras como voleibolistas profesionales.
Han llegado acompañados por su
representante Andrzej Grzyb, director deportivo del club Asseco Resovia
Rzeszów, en busca de un club que los patrocine estampando su cuño de
franquicia y los lance de nuevo a la palestra pública. Durante esta
semana han asistido a varias reuniones para analizar las opciones de
contratos que le han entregado en la mano a Grzyb.
Según la prensa local, todo parece
indicar que León y Yohandry anclarán por el momento en el Asseco Resovia
Rzeszów, una vez que su agente es uno de los principales directivos de
esa entidad. Días atrás pudieron presenciar desde los palcos un
encuentro de Liga de Campeones de Europa entre este plantel y el
Jastrzębski Węgiel.
“Tanto León como Díaz tienen permiso por
dos años. Podrían estar en cualquier club. Nuestro deseo es estar en
los mejores equipos del mundo” explicitó Andrzej Grzyb a Radio Rzeszow.
Petición que no será para nada una
quimera. ¿Quién no querrá A Wilfredo León en su sexteto titular? Con su
servicio demoledor, con su potencia ecuménica que atemoriza net por
medio a cada uno de los rivales cuando se levanta desde zona delantera o
zaguera para aniquilar con su palma derecha la esférica, ubicándola
como un estruendo sin freno detrás de la cabeza de los bloqueadores o en
paralelo o en diagonal, o simplemente dejándola caer en territorio de
nadie con una delicadeza sutil.
León es reconocido mundialmente por su
versatilidad dentro de la cancha y a pesar de su cortísima edad (solo 20
años, desde los 14 en la selección nacional) cargó en sus hombros a
Cuba durante casi el último lustro de Ligas Mundiales y torneos
internacionales.
De Yohandry Díaz no puedo decirse lo
mismo, si bien sus pases no son del todo deplorables tampoco se puede
aseverar que sus dedos sean de seda. Díaz viene hacer ahora como el
escudero de León, a donde vaya Wilfredo tendrá que ir él. Ambos pidieron
la baja, pero la gente siempre se preocupó más por León, ambos se han
marchado hasta Rzeszów y las miradas siguen puestas en León. Casi que
una mimética coincidencia que cuando en las noches de Liga Mundial en La
Habana, el partido se ponía patas arriba y Díaz no tenía otra opción
que encontrar, una y otra vez, de extremo a extremo, a media altura o
desde la zaga, el brazo derecho salvador de Wilfredo para sacarse la
soga del cuello.
Igualmente, no tendrá problemas para
instalarse en algún club europeo, quizás no sean los acaudalados que
irán desaforados con la boca abierta detrás de León. Díaz no es Raúl
Diago al segundo toque, ni Javier González desde el servicio, pero
temple le sobra.
Remembranza:
Wilfredo León y Yohandry Díaz
solicitaron la baja del equipo nacional hace varios meses en mayo de
2013 y la Federación Cubana se las denegó por “encontrarse en una etapa
crucial de la preparación rumbo a la Liga Mundial”. Los jugadores
insistieron en su determinación y sus actitudes fueron consideradascomo
una “indisciplina grave” quedando sancionados, según explicó Ariel
Sainz, comisionado nacional de voleibol en Cuba.
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