Por: Mario Lara
Hace unos años atrás a raiz de la
obtención del campeonato Nacional por parte de Ciego de Avila hablaba
con Leonel Duarte y le preguntaba quien era para él la figura más
importante del equipo. Si el Cheva con su labor magistral del
mediocampo, o el Keko con sus goles, o Reisandri por su labor en el
sector defensivo, y la respuesta del Leo de Cuba fue categórica y
rápida: Raúl González Triana, su técnico.
Triana quien en mi opinion, junto a Chandler, son los dos mejores técnicos en Cuba actualmente y a los que con gusto confiaría nuestra selección ha tenido una larga historia al frente de nuestras selecciones con puntos, como cualquier técnico, altos y bajos, y con el cual hemos diferido o estado de acuerdo a lo largo de de los últimos años.
Siendo el primero en reclamar su regreso a la selección y criticar su remplazo por Reihold Fanz durante la eliminatoria del mundial Sudáfrica 2010, sigo pensando que bajo su dirección técnica aquel equipo hubiese llegado mucho más
lejos y no se hubieran perdido tantos jugadores; también fui el
primero en reclamar su salida de la misma tras la Copa de Oro del 2011,
pues entendía que su ciclo estaba terminado, y que ambos: selección y
Técnico necesitaban un distanciamiento por el bien de los dos pues su
relacción se había convertido en tóxica para ambos y hoy al cabo de
estos años me siento feliz de haber hecho aquel reclamo y de que Triana fuera destituido al frente del seleccionado.
Y es que tal decision le permitió al técnico avileño alejarse un poco de
las luces y comenzar su trabajo con un grupo de muchachos a los que
primero encaminó hacia la obtención, por primera vez, de la
clasificación a un Mundial Sub 20, mostrando un equipo organizado y
disciplinado que terminó cediendo en Turquía ante rivales de mayor
jerarquía y preparación.
Sin embargo su obra no estaba terminada y en estos juegos
Centroamericanos, escribió, creo sin temor a equivocarme su mayor obra
de arte, no solo por los resultados, sino por el nivel de juego de sus
jugadores, por destacarse como el gran
estratega que es, por leer los partidos antes y durante los mismos, por
saber mover sus piezas y hacerlo sin miedo o siguiendo un
libreto escrito de antemano, adaptándose a los cambios y dinámica del
partido.
Fue Triana, para mi, como para Leo en aquella conversación, la figura más
importante de este equipo y sin duda el artífice de este triunfo, no
sólo por lo expuesto en el parrafo anterior, sino también por su
relación con sus jugadores, por ese respeto que supo inculcarle a
sus muchachos que no dudaban en buscarlo y abrazarlo en señal de
agradecimiento en cada gol, en cada triunfo conseguido.
Fue esa labor la que le permitió al técnico avileño tomar a este grupo
de muchachos llenos de talento y hacerlos jugar como como el equipo que
es hoy, pues en el futbol, de poco sirven las individualidades si el
colectivo no funciona y se necesita de un verdadero educador para limar
los egos y poner a todos en función del equipo.
A Triana sin duda alguna hay que agradecerle este triunfo que hoy
disfrutamos, hay que señalarlo como responsable principal de esta
alegría pues no podemos olvidar al hombre del banquillo el de los
gritos desde la línea de cal. Porque en la vida hay que ser justos y la justicia
no es solo criticar cuando las cosas salen mal, sino tambien alabar y
exaltar cuando se hacen bien, y ante nuestro técnico tenemos hoy que
quitarnos el sombrero, porque cuando se gana también es obra del
técnico.
Felicidades Profe, en hora buena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario